Quererse a uno mismo significa saber darse la oportunidad para sacar lo mejor de nosotros, de dar nuestra mejor versión, mostrando nuestro potencial en todos los niveles, tanto afectivos, emocionales, como personales… Eso quiere decir que tenemos que ser honestos con nosotros mismos y en consecuencia con los demás. Estar comprometidos con nuestra vida y con el bienestar, tanto propio como ajeno.
Quererse, valorarse, practicar el amor propio es algo así como ejercer un sano egoísmo, por el cual priorizamos tratarnos bien. Aceptándonos como somos con nuestras virtudes y nuestros defectos.
El amor propio es la brújula que nos señala el norte, hace de faro en plena oscuridad donde no tenemos nada claro que rumbo vamos a seguir.
Es un estado en el que tú te sientes bien contigo mismo, que crece a partir de las acciones que tomas, y que se ven repercutidas en tu salud física y psicológica, estimulando nuestro crecimiento personal.
Es activo, dinámico, va creciendo con acciones que nos hacen madurar. Cuando actuamos de esta manera, haciendo crecer nuestro amor propio, aceptamos mucho mejor nuestras debilidades y nuestras fortalezas, dejando de lado nuestras carencias, que ya no son tan importantes. Sentimos más compasión por nosotros mismos, lo que hace que nos centremos más en nuestro propósito, en nuestros valores y en nuestros propios esfuerzos.
CLAVES PARA SACAR TU MEJOR VERSIÓN…
…es el primer paso.ACEPTARTE
Nadie es perfecto, quererse a uno mismo es luchar cada día para poder mejorar en lo posible, dentro de nuestras posibilidades, tenemos que ser realistas y pisar de pies en el suelo. Para querernos tenemos que aceptarnos y para eso es necesario descubrirnos conocer nuestras debilidades y nuestras carencias, saber que forman parte de nosotros y que poco a poco miraremos de superarlas.
Muéstrate cómo eres, en todas las facetas de tu vida, así aprenderás a afrontar la realidad que te rodea, con sus obstáculos y dificultades.
Si nos aceptamos tal cual somos, y somos conscientes de nuestro potencial podemos conectar mejor con las personas y enfocarnos hacia nuestros objetivos personales.
SE AUTÉNTICO…
No tenemos que confundir entre aquello que los demás esperan de nosotros y lo que realmente queremos. Muchas veces desviamos nuestro camino para cumplir con las expectativas de los demás, dejando nuestros intereses a un lado. Tenemos que hacer nuestro camino con nuestros zapatos, solventar nuestros obstáculos y decidir nuestras rutas.
La verdad es que nos asusta saber cómo realmente somos, nos da miedo poder llegar a encontrar algo que no nos guste. Tenemos miedo a reconocer que no somos perfectos. Camuflamos nuestros defectos, nuestras debilidades, saber que somos vulnerables no es algo agradable para nosotros. Porque queremos agradar siempre a los demás. Ser autentico implica que muchos te miren mal.
Una cosa es como creemos que somos y otra bien diferente es como somos realmente. Conocernos, descubrir cómo somos y sacar nuestro yo autentico nos hará sentir en armonía. Debemos aprender que nunca le caeremos bien a todo el mundo, fingir ser quien no eres agotara tu energía constantemente.
Tenemos que potenciar quien somos, aquello que nos hace fuertes. Somos diferentes, únicos y como tal debemos aceptarnos.
Cuanto más auténticos seamos, más gente como nosotros atraeremos y más felices seremos.
Tenemos que amarnos tal y como somos, aceptar que no somos perfectos, pero que somos únicos y auténticos…
CUANDO ME AMÉ DE VERDAD…
Cuando me amé de verdad comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta y en el momento exacto y entonces, pude relajarme.
Hoy sé que eso tiene un nombre…”AUTOESTIMA”.
Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no es sino una señal de que voy contra mis propias verdades.
Hoy sé que eso es…”AUTENTICIDAD”.
Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente y comencé a ver todo lo que acontece y que contribuye a mi crecimiento.
Hoy eso se llama…”MADUREZ”.
Cuando me amé de verdad, comencé a percibir como es ofensivo tratar de forzar alguna situación, o persona, solo para realizar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o la persona no está preparada, inclusive yo mismo.
Hoy sé que el nombre de eso es…”RESPETO”
Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable…, personas, situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. De inicio mi razón llamó esa actitud egoísmo.
Hoy se llama…”AMOR PROPIO”.
Cuando me amé de verdad, dejé de temer al tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo.
Hoy sé que eso es…”SIMPLICIDAD”.
Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y con eso, erré menos veces.
Hoy descubrí que eso es la…”HUMILDAD”.
Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez.
Y eso se llama…”PLENITUD”.
Cuando me amé de verdad, percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, ella tiene una gran y valiosa aliada.
Todo eso es… “Saber Vivir”
No debemos tener miedo de cuestionarnos… Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.
-Charles Chaplin-
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