Y, en este caso, el cambio resulta perjudicial para los consumidores, ya que ahora se dispondrá de menos tiempo para hacer las compras. El motivo es que, como en años anteriores, con el fin de agosto la cadena valenciana vuelve a su horario habitual, el llamado “horario de invierno”, lo que afectará también en el número de días que abren a la semana